Bonjours, alors voilà en cours j'ai étudier un texte PANCHITO Y EL DELFIN et grâce à ce texte je dois résumer les différents épisodes de ma vie du dauphin en utilisant des verbes que la prof nous a donner mais je ne sais pas trop comment m'y prendre (attention je ne cherche pas à ce qu'on me fasse mes devoirs) j'aimerai juste qu'on me donne quelques indications et quelques astuces, voilà le texte:
Angostura (2) no tiene cementerio, pero tiene una pequeña sepultura pintada de blanco y orientada hacia el mar. En ella reposa Panchito Barría, un chico fallecido a los once años. En todas partes se vive y se muere -como dice el tango "morir es una costumbre"-, pero el caso de Panchito es trágicamente especial, porque el niño murió de tristeza.
Antes de cumplir los tres años Panchito padeció de una poliomielitis (3) que lo dejó inválido. Sus padres, pescadores de San Gregorio, en la Patagonia, cruzaban cada verano el estrecho para instalarse en Angostura. El niño viajaba con ellos, como un amoroso bulto (4) que permanecía acomodado sobre unas mantas, mirando el mar.
Hasta los cinco años Panchito Barría fue un niño triste, huraño (5), y casi no sabía hablar. Pero un buen día tuvo lugar uno de esos milagros acostumbrados en el sur del mundo : una formación de veinte o más delfínes australes apareció frente a Angostura, desplazándose del Atlántico al Pacífico.
Los lugareños (6) que me contaron la historia de Panchito afirmaron que, apenas los vio, el chico dejó escapar un grito desgarrador (7) y que, a medida que los delfines desaparecieron, de la garganta del niño escapó un chillido agudo, una nota altísima que alarmó a los pescadores y espantó a los cormoranes, pero que hizo regresar (8) a uno de los delfines.
El delfín se acercó a la costa y empezó a dar saltos en el agua. Panchito lo animaba con las notas agudas que salían de su garganta. Todos entendieron que entre el niño y el cetáceo se había establecido un puente de comunicación que no requería de ninguna explicación. Se había dado porque así es la vida. Y punto.
El delfín permaneció frente a Angostura todo aquel verano. Y cuando la proximidad del invierno ordenó abandonar el lugar, los padres de Panchito y los demás pescadores comprobaron con asombro que el niño no manifestó el menor asomo de pena. Con una seriedad inaudita para sus cinco años, declaró que su amigo el delfín tenía que marcharse, pues de otro modo lo atraparían los hielos (10), pero que al año siguiente regresaría.
Y el delfín regresó.
Panchito cambió, se tornó un chico locuaz, alegre, llegó a hacer bromas sobre su condición de inválido. Cambió radicalmente. Sus juegos con el delfín se repitieron durante seis veranos. Panchito aprendió a leer y a escribir, a dibujar a su amigo el delfín.
Colaboraba, como los demás chicos, en la reparación de las redes, preparaba lastres (11), secaba mariscos, siempre con su amigo el delfín saltando en el agua, realizando proezas sólo para él.
Una mañana del verano de 1990 el delfín no acudió a la cita (12) diaria. Alarmados, los pescadores lo buscaron, rastrearon (13) el estrecho de extremo a extremo. No lo encontraron, pero sí se toparon con un barco factoría (14) ruso, uno de los asesinos del mar, navegando muy cerca de la segunda angostura del estrecho.
A los dos meses Panchito Barría murió de tristezza. Se extinguió sin llorar, sin musitar una queja.
Yo visité su tumba, y dese allí miré el mar, el mar gris y agitado del invierno incipiente. El mar donde hasta hace poco retozaban (15) los delfines."